#OCCUPYGENDER: I Foro de iniciativas feministas. Crónica de la primera vez.

[El envento sobre el que hablo aquí se celebró en julio de 2015, pero lo tenía guardado para que fuera mi primera entrada. ¡Y qué mejor mes que marzo para publicarlo! #DíaInternacionaldelasMujeres]

Amelia Valcárcel, Beatriz Preciado, Judith Butler… y, muchas, muchas más. Mujeres filósofas y teóricas sobre el/los feminismos. Seré sincera: hace pocos años que comencé a oír hablar de ellas y de sus teorías. Pertenezco a una generación (y a una Universidad) en la que plantear si quiera la existencia de estudios de género era algo tan minoritario que ni siquiera existía. Un ámbito “raro” cuyo maravilloso descubrimiento dependía de la suerte de tener unx u otrx profesorx. Y si hablamos del mundo de la creación artística (yo «soy» de Historia del Arte), evidentemente la mujer creadora no había existido nunca. Alguna profesora “loca” que empezaba a hablar de eso de las performances feministas, pero seguro que eso no tenía futuro ni interesaba a nadie.

Y sin embargo yo me considero feminista. Desde siempre he creído, defendido y luchado por la igualdad de la mujer en todos los ámbitos. No entendía, ni siendo pequeñita, que hubiera diferencia entre niños y niñas; no se me pasaba por la cabeza. Y me salía la vena rebelde, que lucho por seguir manteniendo frente a las contingencias cotidianas. Yo pensaba que todos y todas éramos iguales, pero la vida me fue demostrando que no es así en muchos casos, aunque afortunadamente a nivel personal no me he sentido menospreciada (o no se han atrevido los hombres a manifestarlo al ver mi “cara” ante determinadas posturas. ¿Quién sabe?).

En cualquier caso, y dicho esto, repito que me confieso feminista con todas las letras y manifiesto que mi convicción procede exclusivamente de la práctica. Mi escuela han sido “mis” mujeres. Esas que me han acompañado a lo largo de la vida. Empezando por mi abuela, que se enfrentó al cura del pueblo por defender sus ideas y acabó en la cárcel, entonces “la nueva”, de Valladolid. Sigo por mi madre, quien decidió estudiar y no quedarse en casa por las tardes; crear su grupo de amigas a las que nada emociona más que ir de excursión y hacer cosas “sin los maridos”. Me acuerdo de Carmen y de Elena, dos monjas militantes en una teología muy especial: la del movimiento vecinal. La primera entregada totalmente a ayudar en la educación de los menos favorecidos y la segunda fundadora de la Asociación de mujeres del barrio. Y ambas, encabezando siempre las manifestaciones en defensa del aborto, participando en las concentraciones cuando se produce el asesinato de otra mujer y ayudando a las nuevas vecinas, las que vienen de países y culturas distintas, a ser algo más independientes. Esta es mi escuela de feminismo y estoy orgullosa de ella.

No obstante no reniego de la teoría y hago propósito de enmienda. Prometo leer a Beatriz Preciado aunque me cueste un mundo, y acabar llegando a tener mi propia teoría sobre el movimiento queer, la historia del fanzine feminista, los trabajos de la pornoterrorista, y descubrir qué significa DIY.

Y como prueba de todo esto, aquí está la crónica de “mi primera vez”. Mi primera experiencia en la organización/coordinación feminista radical con el proyecto #OCCUPYGENDER. I Foro de iniciativas feministas. Todo ello posible gracias a la colaboración de la energética Marta Álvarez, a quien recurro habitualmente en demanda de bibliografía y sugerencias. Entre ambas, osadas, y con el respaldo de Amelia Aguado (directora del Museo de Arte Africano Arellano Alonso de la UVA y mi jefa), organizamos en un tiempo record este encuentro. Fue el 2 de julio de 2015, a las seis de la tarde (plena solanera) en el Aula Triste del palacio de Santa Cruz (si, ya sabemos que el nombre del espacio no anima mucho, pero es lo que hay).

Cartel OccupyGender

Fruto de la combinación de dos trayectorias diferentes, invitamos a participar en el foro a algunas personas o colectivos de Valladolid que están trabajando sobre el tema de la igualdad de género (feminismo, transfeminismo, movimientos LGTB+) y tanto mujeres como hombres. Lo interesante es que cada uno lo hace desde un ámbito diferente: la investigación y la docencia; los movimientos sociales de base; la militancia decidida; o la creación artística en todas sus vertientes. No había restricciones, todo lo contrario, la posibilidad de abordar estas problemáticas de género desde ámbitos diversos es lo que más nos atraía.

Occupy1

El punto de arranque fue sin embargo, la presentación del generoso proyecto #SAVEGENDERMUSEUM de María (Pimienta) Sánchez. Esta artista y activista de la vida lleva desde el mes de enero difundiendo una campaña que busca la asegurar la subsistencia del Museo de Género de Jarkov (Ucrania). Se trata del único centro de esta temática existente en toda Europa del Este, que se mantiene gracias al trabajo y al empeño de Тatiana Isaeva (Directora) y Mariya Chorna (diseñadora), junto con muchas otras personas que voluntariamente están prestando su ayuda para el desarrollo de esta iniciativa. María, puso en marcha la campaña tras realizar en Ucrania un Voluntariado Europeo. Qué mejor sitio que el Museo de Arte Africano de la UVA para albergar su presentación en Valladolid. ¡Museos apoyando a museos! #Creandoredes, algo en lo que creemos firmemente desde este rincón de África en Valladolid.

Tras ella comenzaron su presentación los distintos colectivos. Quiero resaltar que, para nuestra sorpresa, todas las invitadas aceptaron al primer intento. Esto parece confirmar la existencia de una necesidad real que era uno de nuestros objetivos al organizar la jornada: difundir lo que se está haciendo en nuestro entorno y, sobre todo, conocernos entre todas y todos. Ponernos cara, intercambiar experiencias, dudas, sueños, deseos y crear nuevas redes, siempre #tejiendoenmorado.

Los colectivos de carácter combativo o reivindicativo propiamente dicho fueron tres: “10 brujas” (compuesto por el mismo número de «miembras» que se dedican a la autoformación); “Acción Feminista” (organización antisexistas, antipatriarcal, asamblearia, autogestionada y que considera que es fundamental que en ella participen los hombre también); y PAC LGTB+ (plataforma de apoyo a este colectivo que lucha contra la discriminación y organiza diversas actividades de concienciación).

Occupy2

Desde el ámbito del movimiento vecinal participaron el Grupo de Igualdad de la Federación de Asociaciones Vecinales de Valladolid “Antonio Machado” (que se encarga de trasladar este tema a todos los ámbitos de trabajo de la Federación) y la Asociación de Mujeres la Rondilla. Me gustaría detenerme en esta iniciativa ya que es un claro ejemplo de la importancia de un trabajo continuo, desde la base, y de piel a piel para lograr un empoderamiento real de las mujeres. El proyecto se inicia con la creación del grupo “Nosotras”, dentro de la Asociación. Está compuesto por un grupo de mujeres de diversas nacionalidades que, desde 2012, han logrado conquistar un espacio y un tiempo propios, reuniéndose todos los sábados “para compartir, formarse, conocer su entorno, tejer redes…”. En 2015 decidieron trasladar toda esa experiencia vital en una práctica artística basada en la técnica del mapeo, titulada “Mapas de vida cotidiana. Mujeres del mundo en la Rondilla”. Así tomaron fotografías de sus rincones cotidianos reflexionando sobre ellos, dibujaron los mapas de su propia vida en el barrio destacando los lugares para ellas más significativos, escribieron frases sobre cómo se sentían en una ciudad, en un mundo nuevo, y luego nos invitaron a “pintar” con ellas nuestro propio barrio. El resultado de todos estos trabajos fue expuesto en el Centro Cívico Rondilla de 16 al 30 de junio. El mejor ejemplo de cómo la creatividad (artística unas veces y otras más bien intuitiva) es capaz de ayudar a un grupo de mujeres a conocerse mejor a ellas mismas y su entorno; a entender qué les está ocurriendo y cómo adaptarse a una nueva vida; y sobre todo a alcanzar su propio espacio de independencia lastrado por sus propias tradiciones en la mayoría de las ocasiones. Aquí si podemos afirmar que efectivamente el “arte es un instrumento de mejora social”.

Poco más se puede decir tras sus palabras, salvo que la experiencia de este primer encuentro no ha podido ser más positiva. Mujeres (y algún hombre) hablando de igualdad, de género, de transgéneros, de acciones, de teorías, de estrategias…, planeando futuras acciones y sobre todo, conociéndose, tejiendo muchas nuevas redes. Y para ayudar en ello que mejor forma que terminar la jornada de manera más relajada, en el jardín lateral compartiendo un refresco y algo de comer. Allí se creó verdaderamente sororidad. Y, por qué no, diversión mucha diversión. Aprovechamos para disfrazarnos y hacer un poco el ganso, porque la risa es muy importante para unir ideales y experiencias. ¡Ya estamos preparando #OCCUYPGENDER2, así que os mantendremos informadxs.

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“Gracias por venir. Pasead y recorrer nuestros mapas de vida cotidiana. Estamos muy felices de poder mostraros nuestros caminos y que se crucen con los vuestros”. (Grupo Nosotras de la Asociación de Mujeres Rondilla).

 

 

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